Veremundo en su sillón
tumbado pasa los días,
pero le habla Simeón
y le ha cambiado la vida:
“Sal de casa Veremundo
descubrirás maravillas,
deja que el sol te caliente
y coloree tus mejillas”
Veremundo abre la puerta
y ha asomado la nariz,
un aire fresco le lleva
el aroma de un jazmín.
Agradece Veremundo
a su amigo Simeón
que para salir al mundo
le haya dado un empujón.
Veremundo ha conocido
las maravillas del mundo,
y su amigo ahora lo llama
Veremundo el trotamundos.
¡Gracias por elegir mi poema!
ResponderEliminarUn saludo